En nuestra ruta por Escandinavia pasamos nada más y nada menos que 20 noches en Noruega, recorriendo el país de Sur a Norte. Desde Kristiansund, donde nos dejó el ferry que cogimos en Dinamarca, hasta Bodo, donde nos recibió la luz del sol al bajarnos del ferry que nos llevó desde las Islas Lofoten a pesar de ser las dos de la mañana, y desde donde pusimos rumbo a Suecia despidiéndonos de Noruega.
Cuando comentábamos con amigos y familiares que nos íbamos a pasar un mes en Escandinavia, una de las primeras cosas que nos decían era lo caro que es todo en los países escandinavos y que nos íbamos a dejar una pasta. Ahora puedo hablar desde la experiencia, ¿realmente es caro? Responderé como gallega que soy: depende. Si vas como típico turista a alojarte en hoteles, comer de restaurantes y usar el transporte público, sí (porque el transporte público es caro en Noruega). Pero nosotros sólo dormimos en una cama 5 de las 20 noches. El resto de noches las pasamos en campings con instalaciones envidiables donde pudimos hacernos de comer en las cocinas super equipadas y hacer la colada en la lavandería.
¿Cómo nos lo montamos?
Para empezar, la primera y última noches dormimos en el coche. No por gusto sino por culpa de los horarios intempestivos de los ferries, pero oye, nos ahorramos pagar el hotel :D. La primera noche en realidad llegamos a eso de las 23h a Kristiansund desde Dinamarca, y era tarde para ponerse a buscar hotel, así que decidimos pararnos en una estación de servicio y dormir en el coche. Yo me las dí de valiente y sólo me eché una mantita por encima. ¡Qué frío pasé! Sólo podía pensar en que amaneciese rápido para arrancar y dirigirnos a Stavanger, nuestra primera parada real de la ruta y donde dormiríamos en una cama de verdad en un hostal, en una habitación con literas pero con baño privado por 52€.
Después del lujo de pasar la noche en una cama calentita con una ducha igualmente calentita, pasamos dos noches en el camping de Odda, por 100NOK la noche, o lo que viene a ser unos 10€ la noche. ¡Baratísimo! Eso sí, el precio no incluía las duchas, que costaban 20NOK por 6 minutos de agua calentita. Y el agua del fregadero salía calentita durante un minuto por 10NOK. El camping no era ningún lujo, pero tenía las instalaciones básicas y necesarias además de un entorno tranquilo y muy bonito.

Oda camping
Un apunte sobre los campings y las duchas. En todos los campings en los que estuvimos menos en uno las duchas son de pago. En la mayouría de los casos se paga con una moneda normal de 10 o 20 NOK, en otros hay que comprar una ficha especial. Al ser temporada baja, en algunos de los campings no había nadie en recepción cuando llegamos, pero las duchas estaban abiertas, así que mi consejo es que llevéis siempre encima algunas monedas. De esta forma si llegáis al camping y no podéis hacer el check-in, al menos podréis instalar la tienda y daros una ducha (en el caso de que no sea de las de ficha especial), mientras esperáis a que abra la recepción.
Después de las dos noches de camping y una ruta de senderismo de 22 km con raquetas de nieve, necesitábamos de nuevo una cama de verdad, así que nos rascamos otra vez el bolsillo para alojarnos en un albergue con muchísimo encanto pero superhortera con desayuno incluído que gozamos como si fuera el último desayuno.

Eidfjord Bed & Breakfast
Tras el pequeño lujo en el albergue, volvemos a alojarnos en un camping, esta vez en Lone, cerca de Bergen muy bien equipado y ambiente familiar al borde de un lago. Nos salió más caro que el de Odda, 210NOK la noche más 10NOK por ducha, pero las instalaciones no tenían nada que ver, con duchas más amplias y cómodas, grandes salas para comer y cocinar, columpios para los peques, lavandería con varias lavadoras y secadoras.
Después del camping de Lone acampamos en el de Flam, igualmente con instalaciones fantásticas, por el que pagamos 225NOK la noche más 20NOK por la ducha. El entorno, rodeados de cabras y pegaditos a uno de los fiordos más visitados de Noruega, es impagable.

Camping Flam
Después de Flam, seguimos subiendo hacia el norte y acampamos en Boyum, donde nuestros vecinos eran los mamuts del museo del glaciar. Pagamos 230NOK la noche más 10NOK por ducha. Tenían cocina con todo lo necesario, pero las instalaciones eran bastante más cutres que en Flam o en Lone.

Boyum – Museo del Glaciar
La noche siguiente anunciaban lluvias, así que no nos arriesgamos a dormir en la tienda de campaña bajo la lluvia y decidimos alojarnos en un motel de carretera. Sin lujo ninguno, pero al menos en una habitación calentita y en un colchón, ¡y con una ducha sin contador para el tiempo de agua caliente! De todas maneras, el precio nos pareció desorbitado para la calidad recibida, 800NOK por una habitación cómoda y limpia pero sencilla, con desayuno incluido pero de lo más normal.
Por eso digo que si uno va en modo turista seguramente se deje una pasta en alojamiento si el motel de carretera más cutre nos costó más de 80€ la noche (en una habitación doble).
Las dos noches siguientes fueron las más frías de todo el viaje en el camping de Flakk, cerca de Trondheim. Sobre todo la primera, durante la cual nos granizó como si no hubiera mañana, pero lo hubo, y nos levantamos con la tienda cubierta por una capa de hielo :(. Pagamos 205NOK la noche, con duchas gratuitas, y una vez más, como en todos los campings que visitamos, cocina equipada para hacernos de comer.
Después de las noches heladas en Flakk, fuimos de nuevo a un albergue, donde disfrutamos de una habitación de camas gemelas con baño privado y cocina privada también! Pagamos por la habitación 695NOK. La habitación no era ingún lujo, pero disfrutamos de nuestro baño privado y economizamos usando la cocina para hacernos de comer sin tener que ir a uno de los pocos restaurantes de los alrededores, así que lo encontramos un precio razonable.
Y después de esta noche en el albergue, el resto de noches fueron en las maravillosas islas Lofotén, donde conocimos dos campings igualemente estupendos, con cocinas acogedoras y muy bien equipadas en un entorno idílico. El de Moskenes por 180NOK la noche y el de Ramberg (150NOK la noche), en ambos casos las duchas nos costaron 10NOK.

Camping Ramberg – Playa y montaña

Moskenes – camping – playa
También en Lofoten nos dimos un pequeño lujo y dormimos una noche en una cabaña con vistas al mar. La cabaña estaba totalmente equipada, con su cocina, su neverita, su baño privado. Las toallas y las sábanas no estaban incuídas en el precio que pagamos de 800NOK por noche.

Lofoten – cabañas
En definitiva, si os gusta viajar con todas las comodidades contad con un presupuesto de 80€ por noche sólo para dormir en un hotel u hostal sencillo. Sin embargo, si váis en plan mochilero podéis sobrevivir por unos 23€ por noche (hablo de precios por dos personas), pero teniendo en cuenta además que si vais de camping o albergue en muchos casos podreis hacer la compra en el super y haceros la comida, y os aviso que los precios de los supermercados no distan mucho de los precios de los supermercados españoles. Porque comer en Noruega no es caro, si se va de mochilero, pero de eso ya os hablaré en otro post 😉