La primavera ya está aquí y se nota. Se nota porque los días son un poquito más largos y hay más horas de luz. Además las temperaturas son más agradables y podemos ir sacando del armario las cazadoras más ligeras y guardando los plumíferos, bufandas y gorros.
Con estas premisas, apetece organizar una escapada al aire libre para disfrutar de la naturaleza, así que este fin de semana pasado nos fuimos de senderismo por las Ardenas.

Senderismo – Ardenas
La ruta
Hicimos una ruta circular, empezando en Bouillon el sábado al mediodía y parando por la tarde en el camping Ile de Faigneul para dormir. El domingo retomamos la ruta por la mañana y llegamos al punto de partida por la tarde.
Bouillon – Poupehan 13km
Poupehan – Bouillon 10km

Ruta Ardenas
Ruta – Día 1
Empezamos nuestra ruta en Bouillon. Llegamos hasta allí en coche y lo dejamos aparcado en una zona gratiuta cerca del castillo.

Bouillon – Castillo
Decidimos comer algo antes de empezar la ruta en lugar de tener que pararnos una vez empezada. Buscamos un pequeño rinconcito resguardado de la lluvia donde poder sentarnos a comer sin mojarnos.
Empezamos la ruta subiendo al castillo, que se puede visitar, pero nosotros sólo lo vimos por fuera. En el exterior hay varias zonas de merendero donde poder hacer una parada para comer. La zona es bastante agradable y tranquila.

Castillo Bouillon – Exterior

Bouillon Castillo
Cruzamos al otro lado del río Semois para continuar la ruta, que ya empezaba a resultar algo empinada y a serpentear, aunque de momento se llevaba bien.

Ruta – primera etapa

Ruta – primera etapa
Tras esta primera subida hicimos una parada para quitarnos de encima algo de ropa, ya estábamos sudando. También aprovechamos para beber y recolocar el material en la mochila en algún caso.

Ruta – recolocando la mochila

Ruta – primera parada
Después de unos minutos volvemos a colarnos entre los árboles apreciando los colores del bosque en esta época del año mientras caminábamos hasta llegar a nuestra segunda parada en un punto alto donde disfrutamos de las vistas. No nos detuvimos aquí mucho tiempo, más bien una «parada técnica», no más de 5 minutos.

Ruta – segunda parada

Ruta – Dia 1 – segundo tramo

Ruta – Dia 1 – segundo tramo
Después de este breve descanso empezamos a descender, y no tardamos mucho en hacer la siguiente parada en una zona más cómoda, con merendero incluido, a la orilla del río.

Ruta – Dia 1 – tercera parada

Ruta – Dia 1 – tercera parada

Ruta – Dia 1 – tercera parada – orilla rio

Ruta – Dia 1 – tercera parada – orilla rio
En esta parada aprovechamos para comer algo de fruta, unas galletas y beber agua. El siguiente tramo fue para mí uno de los más complicados por estar muy empinado. No es que fuese complicado por ser resbaladizo o inaccesible, si no por el esfuerzo físico (tengo que retomar el deporte…). Pero sin duda las vistas al final de la empinada cuesta son reconfortantes 🙂

Ruta – Dia 1 – tercer tramo – vistas
Y de nuevo volvemos a descender hasta llegar a la orilla del río recorriendo el último tramo del día, que para mí fue el más chulo, pero también el más peliagudo. No es que tuviese mucha dificultad, pero el camino por la orilla del río es a veces muy estrecho y resbaladizo. De hecho en algunos tramos hay barandilla, e incluso tuvimos que subir una escalera vertical para salvar un desnivel.

Ruta – Dia 1 – ultimo tramo – escalera

Ruta – Dia 1 – ultimo tramo – escalera

Ruta – Dia 1 – ultimo tramo – barandilla

Ruta – Dia 1 – ultimo tramo – barandilla

Ruta – Dia 1 – ultimo tramo – arboleda

Ruta – Dia 1 – ultimo tramo

Ruta – Dia 1 – ultimo tramo
Y por fin llegamos al camping. Como indica el nombre, Ile de Faigneul, está situado en una pequeña islita en medio del río. Las instalaciones están bastante bien. Al no ser temporada alta (y el tiempo no ser aún idóneo para la acampada), no había mucha gente, así que pudimos elegir el terreno para instalar nuestras tiendas. Eramos siete personas con tres tiendas de campaña, pagamos 41€ por el terreno con las tres tiendas y ducha para todos. Eso sí, no nos incluía la electricidad (no la necesitábamos para una noche). Yo lo encontré baratísimo.
Después de una ducha reconfortante nos fuimos al restaurante-café. De restaurante tenía poco, era más bien una «Friterie», pero comimos una ración de patatas fritas (no podía ser de otra manera estando en Bélgica) que nos sentaron de maravilla y bebimos unas cuantas cervezas belgas que disfrutamos aún más. Me sorprendió que en la cafeteríade un camping tuvieran tanta variedad de cervezas ricas, pero bueno, estamos en Bélgica :).
Con las patatas fritas no era suficiente cena para todos, así que sacamos nuestras reservas: arroz, pan, embutidos, latas de conserva… Llevábamos una bombona pequeña de gas para cocinar cuatro cosillas que nos vino de perlas para calentar algunos platos precocinados que llevábamos en la mochila.
Ruta – Día 2
Pasamos un poco de frío por la noche, creo que estuvimos a unos 5 grados, y además acampando al lado del río… pero tampoco una cosa exagerado. Eso sí, por la mañana nos vino genial la bombona para prepararnos un chocolatito caliente.

Ruta – Camping – Terreno

Ruta – Camping – Desayuno
Cuando llegamos al camping el día anterior el tiempo estaba lluvioso, pero cuando lo dejamos por la mañana hacía un sol de justicia.

Ruta – Camping – Arrancando
La ruta del segundo día fue más ligerita, sin tantas pendientes, más llana, atravesando alguna urbanización y otros campings de la zona.

Ruta – Dia 2 – urbanizacion

Ruta – Dia 2

Ruta – Dia 2 – orilla rio

Ruta – Dia 2 – orilla rio

Ruta – Dia 2 – rio
En esta segunda etapa no hicimos muchas paradas. Tan solo una breve parada en un pueblo para comprar pan, antes de la pausa larga para comer y otra cortita cuando ya estábamos llegando al final, ya veíamos el castillo de Bouillón a lo lejos. Durante esta última parada vimos algunos turistas en kayak. Pienso que eran turistas porque no se les veía muy ágiles con los kayaks y parecía que estaban más de cachondeo que otra cosa.

Ruta – Dia 2 – kayak
Llegamos al punto de partida sin mucho esfuerzo. Como digo, la ruta del segundo día fue bastante más ligera. De todas maneras, llegamos cansados después de dos días y 23km de ruta, así que bien nos merecíamos hacer una parada en uno de los numerosos bares de Bouillon antes de empreder la vuelta a casa.
Infomación práctica
Aunque Bouillon no es una ciudad grande, hay bastantes restaurantes y hoteles en el caso de que queráis comer allí antes de empezar la ruta, o incluso quedaros a dormir.
Si queréis cargaros de provisiones en Bouillon hay un supermercado de la cadena Colruyt, de lo más económico en Bélgica.
Si estáis acostumbrados a hacer rutas de senderismo, podéis dejar de leer aquí. El resto de consejos están más orientados a novatos en esta actividad 🙂
¿Qué material llevar?
Mochila: Os aconsejo llevar una mochila grande en la que os quepa todo lo que tengáis que llevar en lugar de llevar por un lado la mochila, el saco de dormir colgando de un asa, la bolsa de la comida colgando de otra… al final si camináis muchos kilómetros os van a estar dando la lata. Eso sí, tened cuidado de no cargarla mucho con cosas innecesaria que aumenten el peso de la mochila sin necesidad y procurad elegir una mochila que equilibre bien el peso para que no se os cargue todo en los hombros.
Tienda: Si vais a ir con el coche hasta el camping las Quechua de montar en 2 segundos están genial, pero si vais a ir cargando con el material hasta el camping no son la mejor opción, no son muy cómodas de transportar si además de la tienda lleváis una mochila con el resto de cosas.

Material – tienda de campaña
Ropa: En Bélgica llueve mucho, así que os aconsejo llevar una cazadora impermeable, aunque sea en verano. Aunque sea un plastico impermeable del tipo bolsa de basura. Es preferible llevar una cazadora impermeable ligera y poder llevar por dentro un forro polar que os podáis quitar si hace calor, que abrigaros con una supercazadora demasiado caliente y que no sepáis qué hacer con ella si llueve pero no hace mucho frío. También es aconsejable que los pantalones que llevéis, aunque no sean impermeables 100%, que al menos sí sean de secado rápido. No es agradable empezar el día con unos pantalones húmedos del día anterior.
Para la cabeza os recomiendo llevar gorro o cinta tipo diadema. El gorro puede libraros de quemaduras en el cogote si pega el Lorenzo además de hacer de visera, y la cinta puede ser útil tanto para protegeros la cabeza del calor como para evitar que el pelo y el sudor os vengan a los ojos mientras caminais.
Calzado: Lo mismo que la ropa, os aconsejo calzado preparado para zonas húmedas. El calzado es imporantísimo para este tipo de actividades. No queráis que a los 20 minutos de ruta se os haga una ampolla y no podáis seguir… Si el calzado que lleváis es relativamente nuevo, os aconsejo llevar otro par de repuesto.
Saco de dormir: Aunque las temperaturas en primavera ya sean algo más calientes, es importante llevar un saco calentito, la temperatura puede bajar un montón por la noche, sobre todo si estáis en una zona cerca de un río. Es preferible pasar calor y retirar prendas de ropa que pasar frío y tener que dormir con la cazadora puesta. Por este mismo motivo os aconsejo ser previsores con el pijama 🙂
Comida: Lo más sencillo es llevar latas de conserva, legumbres cocidas, fruta, embutidos, pan… cosas que no necesiten cocinarse. Eso sí, no os paseis con botes de cristal que pesen una barbaridad, os estaréis acordando del botecito en la mochila durante toda la caminata. También puede ser una buena opción preparar tuppers con arroz, pasta, quinoa… y en el momento de comer añadirle lo que querais (tomate, aguacate, pimiento, maíz, frutos secos…) E importantísimo: AGUA.
Higiene: Aunque vayáis a ir a un camping, es recomendable llevar siempre encima un rollito de papel higiénico, nunca se sabe… Además es muy práctico llevar un botecito de gel para las manos que no necesite aclarado.