En la última visita que hicimos a Amsterdam decidimos alojarnos alejados de la ciudad por dos motivos: ahorrar un poco en el alojamiento y visitar algunos de los pueblos holandeses más entrañables.
Para dormir escogimos el hotel Hampshire Golfhotel Waterland, en Purmerend. A pesar del nombre rimbombante, la noche en habitación doble nos costó 37.48€.
Llegamos tarde a Holanda, a la hora de cenar más o menos, así que nos dirigimos a uno de los pueblos cercanos al hotel. Optamos por Volendam, un pueblo costero, y como restaurante escogimos el Paviljoen Smi Bokkum, especializado en pescados y mariscos donde comí un rape excelente al «estilo Volendam».
Como era de noche a penas pudimos ver nada del pueblo, así que por la mañana decidimos ir a dar una vuelta para verlo. A pesar de hacer frío y un día bastante gris, nos cruzamos con decenas de turistas, muchos de ellos japoneses (nos sorprendió encontrar turistas japoneses en un pueblo cuyo nombre apenas nos sonaba antes de visitarlo), pero también mucho turismo local.
La zona del puerto está bastante orientada al turismo, con montones de restaurantes y tiendas donde comprar recuerdos.
Como no habíamos desayunado, entramos en uno de los numerosos restaurantes para comer algo. Guiándonos por nuestro instinto escogimos el «Haven Gat«, donde tomamos un chocolate caliente, café, sandwich de salmón ahumado y huevos fritos con tomate y champiñones por 22€ en un local con bastante encanto mientras fuera estaba lloviznando.
Tras pagar la cuenta nos dirigimos de nuevo al coche para poner rumbo a Edam, de donde es original el queso con el mismo nombre. Es un pueblo pequeñito, en el que tan sólo paseamos una media hora, pero que merece la pena ver y tiene algunos rincones con mucho encnto.
Encantanme as fotos! 🙂
Hola Martín!
Los pueblos eran mucho más bonitos de lo que se aprecia en las fotos, además con el día gris que tuvimos la luz no era muy buena. Con un día soleado hubiesemos disfrutado más de los colores del otoño 😀
Me alegro de que te gusten las fotos y espero verte por aquí más veces y que te animes a visitar alguno de los rincones del blog 🙂
Un saludo!
Ana