Visitando Irlanda me pasó algo que me pasa muchas veces cuando voy de viaje a algún sitio sin muchas expectativas, y es que me encantó. Podría hablaros de montones de lugares increibles y fascinantes, pero como hay que empezar por alguno, lo haré por su capital, Dublín.
Comenzamos nuestra visita a Dublín con un free tour por la ciudad de la mano de Juan, un guía estupendo que nos enseñó un poco de la apasionante historia de Irlanda de forma muy resumida pero muy interesante, amenizando las historias haciendonos participar constantemente en la visita. Para empezar el tour nos reunimos a las 11:00 en el City Hall. Allí nos dieron un ticket para llevar la cuenta de los que eramos, ¡más de 30! La primera parada fue el Castillo de Dublín, donde Juan nos resumió la historia de Irlanda en unos 20 minutos, lo que no es tarea fácil. Tras el resumen nos habló un poco del castillo y de las dos estatuas que están a los lados de la entrada. Si os fijáis, la estatua de la justicia presenta tres anacronismos, os dejo que intentéis averiguar cuáles son.
Entre historia e historia pasamos por el callejón de los 40 escalones, donde vivió Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver y creador del nombre de Vanessa. También pasamos por la catedral de Christ church, menos conocida que la de San Patrick, pero para mi gusto mucho más bonita. La entrada a la catedral cuesta 6€, pero asistir a misa es gratis y podéis disfrutar del coro, que dicen que merece la pena. Yo no entré, así que no puedo recomendároslo.
Después de unas cuantas historias más, nos dirigimos al famoso Temple Bar, lleno de bares con ambiente todos los días de la semana. En algunos de ellos podéis disfrutar de música en directo, y otros están bien para cenar o simplemente para tomaros una pinta.
En este barrio Juan nos contó un montón de historias. Nos habló de la familia Guinness y lo querida que es por los irlandeses por su altruismo. Por otro lado, nos habló de U2 y Bono, que quizás sea el personaje público irlandés menos querido por sus paisanos. También nos habló de Rory Gallagher, considerado por muchos el mejor guitarrista que ha existido.
También nos contó historias más amargas, como la de las lavanderías de la Magdalena, y otras relacionadas tanto con religión como con política. Y después de numerosas historias nos dirigimos al Trinity College. Allí Juan nos habló de las supersticiones que rodean al campanario. Y es que los estudiantes no pasan nunca por debajo del mismo porque cuentan que si mientras están pasando por debajo suenan las campanas, no volveran a aprobar nunca una asignatura más. Dicen además que si una chica pasa por debajo y suenan las campanas, la chica no es virgen…
Terminamos el tour en el Chester Beatty, donde Juan nos habló de la terrible hambruna que acabó con millones de Irlandeses que murieron de hambre, y otros muchos que emigraron. Además de todas las historias mencionadas, Juan nos habló de muchas otros detalles importantes de la historia de Irlanda, de guerras, hambrunas, política, religión… o personajes importantes como Veronica Guerin. No os las cuento todas por no desvelaros toda la historia si queréis hacer el tour. Tras despedirnos de Juan ya pasaba la hora de comer en Irlanda, así que comimos algo rápido y nos dirigimos de nuevo al Trinity para entrar en la nueva biblioteca y ver el libro de Kells. La entrada cuesta 9€ y cierran a las 17:00 de lunes a sábado y los domingos a las 16:30.
Después de la visita, decidimos dar un paseo tranquilo por el Stephen’s Green, uno de los parques más famosos de Dublín.
Tras descansar un rato en el parque, fuimos a hacer una visita a Oscar Wilde en la Merrion Square. Y después de ver la postura de la estatua de Oscar y leer algunas de sus citas, me declaro fan del famoso escritor.
Y después de la breve visita a Oscar comenzó a llover, así que decidimos retirarnos a descansar a casa antes de ir a cenar.
Pingback: De Dublín a Kilkenny | Rincones Turísticos