Montreux es de esos lugares que tienen una belleza que impresiona.
Pero ya incluso antes de llegar a Montreux me quedé boquiabierta durante el trayecto en tren desde Lausanne, mirando por la ventana y admirando la belleza del lago Lehman y las altas montañas en la orilla opuesta del lago. Y es que el trayecto en tren entre Lausanne y Montreux ofrece un paisaje único. Tanto si vais en la parte derecha del vagón admirando el lago y las montañas, como si vais en la parte izquierda admirando los centenares de viñedos, no podréis dejar de mirar por la ventana.
La belleza de este lugar debió impresionar también a Freddie Mercury, ya que era un visitante muy asiduo, y por ello hay una estatua del mismo a orillas del lago.
En cuanto llegamos al hotel, nos dieron una tarjeta para utilizar el trasporte público de forma gratuita. Esto parece que es bastante típico en Suiza, o al menos en Ginebra, Lausanne y Montreux, ciudades donde me alojé y en las que me dieron este tipo de tarjeta. En el dorso de la misma debe ir escrito tu nombre y la fecha de llegada y salida del hotel, ya que será durante este intervalo de tiempo cuando la tarjeta tenga validez.
Además del transporte público gratuito, con esta tarjeta os harán el 50% de descuento en la entrada al Château de Chillon, castillo construido en la Edad Media en un islote de piedra en el lago Lehman.
El día que llegamos a Montreux hacía un tiempo espléndido, el cielo estaba despejado y lucía el sol, así que decidimos ir al castillo andando. Tardamos una media hora en llegar bordeando el lago dando un paseo.
Si el tiempo no acompaña, o no os apetece mucho caminar, podéis tomar el autobús 201 que os dejará en frente mismo de la entrada al castillo. Una vez allí, la entrada incluye una audioguía para que lo visitéis a vuestro ritmo. Nosotros tardamos hora y media en recorrerlo. Pasamos mucho frío, así que si vais en invierno os recomiendo llevar los pies bien abrigados.
COMO LLEGAR
Desde Lausanne llegaréis en tren a Montreux en una media hora, y 1 hora desde Ginebra.
Si vais a moveros por la zona del lago Lehman, os recomiendo comprar el ticket Regional Pass. Hay dos modalidades, una con dos dias libres durante los que podéis coger todos los trenes que queráis, y tres días pagando sólo el 50% del billete que compréis. La segunda modalidad es similar solo que con 3 días de libre circulación y 4 al 50%. Eso sí, los dias que queráis viajar libremente tenéis que tickar el billete en una de las máquinas naranjas que veréis en los andenes. Si no lo hacéis, es como si no llevaseis billete.
AUTOBUS 201
El autobús 201 tiene un recorrido muy peculiar, y es que va desde Vevey a Villeneuve pasando por Montreux bordeando el lago Lehman. Así que si queréis visitar estros tres sitios, tomar este autobús es una manera muy cómoda de hacerlo. Sobretodo teniendo en cuenta que si os alojáis en algún hotel de la zona tendréis la tarjeta con la que disponéis acceso al transporte público gratuito.
Vevey
Si tomáis el autobús 201 hasta Vevey, podéis visitar a Charlie Chaplin, o su estatua al menos, ya que vivió en Vevey una temporadita. Es fácil encontrar la estatua, solo tenéis que ir bordeando el lago hasta que veais un tenedor enorme pinchado en el lago. Este tenedor señala el punto donde se encuentra el Museo de la Alimentación.
Rochers de Nayes
Nuestra intención era ir un día a Rochers de Nayes, a 55 minutos en tren desde Montreux, pero el día que habíamos planeado ir amaneció con niebla y nevando, así que abortamos el plan, ya que lo interesante de este sitio son las vistas. De todas maneras si volviese a Montreux sin duda intentaría ir ya que pinta muy bien.
COMER EN MONTREUX
Comer fuera en Suiza no es barato, al menos para un turista español como es mi caso. Lo más barato es ir a alguno de los centros comerciales de la zona y surtiros de pan y embutidos, fruta, yogures… En Montreux podéis ir al MIGROS, y en Vevey a MANOR. En éste último podéis encontrar también bocadillos hechos, porciones de pizza, e incluso tienen un puesto de comida para llevar, india, china o libanesa.
No obstante para cenar fuera la opción que elegimos fue Le Métropole. Fue el único restaurante que probamos, así que no puedo deciros si es la mejor opción, sólo mi humilde opinión. No es ninguna maravilla, pero no es excesivamente caro y comimos bien. De primero un consomé de pollo y champiñones y de segundo una pizza vegetariana para compartir entre dos. Además bebimos cerveza y café. La cuenta fue de algo menos de 60 francos (por dos personas, es decir, 30 francos por cabeza).