No es necesario pasarse largas horas en un avión para visitar lugares increíbles. Sin ir más lejos, en Cedeira y sus alrededores podemos encontrar rincones espectaculares.
Un bonito fin de semana que había temporal en Galicia, decidimos que podía ser un buen momento para visitar esta zona de la costa gallega, ¿por qué no?
Llegamos a Cedeira a eso de las 13:00, y aunque era pronto para comer, había que probar el famoso marraxo del Kilowatio. Su buena fama es merecida, si vais a Cedeira tenéis que probarlo! En verano es un sitio muy concurrido, pero nosotros en Diciembre pudimos comer tranquilamente. Lo bueno de haber comido tan pronto es que nos quedaba toda la tarde libre para hacer turismo por las zonas de acantilados brutales de los alrededores.
Y la primera parada de la tarde está a escasos minutos de Cedeira, San Antonio do Curveiro, desde donde las vistas son espectaculares.
Siguiente parada, O Faro da Candieira. El descenso hasta el faro es espeluznante, hay que hacerlo con cuidadito. Aunque dicen que un camionero alemán despistado llegó con su trailer una noche siguiendo un camino equivocado y tuvo que pedir ayuda para que fueran a buscarle, ya que una vez en el faro le fue imposible dar la vuelta. No soy capaz de imaginarme un trailer bajando por ese camino…
No podiamos pasar por alto una parada en el famoso San Andrés de Teixido. En verano se llena de gente, turistas y creyentes, pero en Diciembre y en pleno temporal lo encontramos bastante solitario.
Nos sorprendió la cantidad de fotos y otros objetos que ha ido dejando la gente a lo largo de los años en la capilla.
El paisaje que encontramos en la última parada de nuestra ruta, la Garita de Herbeira, es impresionante, y es que es el acantilado más alto de la Europa Continental, y prácticamente vertical. En este último rincón del viaje, el temporal se hacía sentir más que en los otros. Con un parque eólico allí mismo, el viento hacía tambalearse hasta al coche! No obstante, mereció la pena llegar hasta allí aunque sólo nos quedaramos el tiempo justo para contemplar el paisaje y sacar un par de fotos.