Si Brujas nos pareció una ciudad de cuento en el país del chocolate y la cerveza, Gante no se queda atrás.
Gante es el punto de encuentro de dos ríos (de hecho el nombre del Gante viene de la palabra «ganda», que hace referencia a la convergencia), el Lys y el Escalda, y por ello la ciudad belga está llena de canales que le dan un encanto muy especial.
Podeis llegar facilmente en tren en sólo media hora desde Bruselas o Brujas, ya que se encuentra entre ambas, a unos 50km de cada una. Para llegar hasta el centro desde la estación de tren podéis hacerlo a pié, os llevará muy poco tiempo y merece la pena pasear un poco.
Es una ciudad universitaria con mucha vida nocturna, así que no faltan los bares donde poder tomaros una rica cerveza belga. Desgraciadamente yo solo estuve una mañana, así que no puedo recomendaros ningún local en particular.
A pesar del poco tiempo que pasé en Gante, me pareció una ciudad preciosa y una parada muy recomendable si visitáis Bélgica.