Tuvimos muy mala suerte cuando estuvimos en Croacia. Sólo estuvimos cuatro días y teníamos muchos planes, pero de los cuatro días dos nos llovió, uno incluso tuvimos tormenta con rayos y truenos… Así que nuestros planes de ir a las islas cercanas a Dubrovnik se fueron al garete… Dubrovnik es muy bonito, pero 4 días sobran para visitarla.
Nos alojamos en un «guesthouse», mi primera y única experiencia hasta ahora en un alojamiento de este tipo. Elegimos a «Nicky», un chico que ahora debe tener unos 25 años muy agradable.
Hicimos la reserva para una habitación para tres personas, aunque sólo éramos dos, pero era lo único que quedaba… Así que cuando llegamos y Nicky vio que sólo éramos dos, nos cobró el precio de la habitación doble aunque la habitación era para tres 🙂 Vino a buscarnos al aeropuerto, y estuvo siempre muy pendiente de nosotros. Venía todas las mañanas para preguntarnos si todo estaba bien y traernos el desayuno en caso de que lo quisiésemos.
Muy buen anfitrión. Si alguien que lea esto y quiera ir a Dubrovnik quiere sus datos que me los pida! Todavía tengo su teléfono y su dirección de correo. Si os apetece otro tipo de alojamiento, hay otros muchos hoteles bonitos.
Aunque habíamos planeado hacer varias rutas a distintos sitios y no pudimos hacerlas por culpa del tiempo, sí que pudimos visitar al menos una isla: Lokrum. Es la isla más cercana a Dubrovnik, unos 15 minutos en ferri. Para ir hasta allí sólo tenéis que pasearos por el puerto de Dubrovnik (el de la zona vieja) y encontraréis varios puestos en los que os pueden vender los billetes de ida y vuelta.
Esta pequeña islita es un pequeño paraíso natural. En ella se pasean libremente pavos reales luciendo sus plumas. Una zona de la isla que me gustó mucho fue en la que se encuentra el lago salado. Es una zona preciosa y podéis daros un baño si el calor aprieta!
Volviendo a Dubrovnik, pasear por la zona vieja saboreando un helado es lo mejor que podéis hacer. Hay un montón de heladerías con helados de mil sabores deliciosos.
La ciudad está llena de cuestas y escaleras, así que os vais a cansar de patear cuesta arriba y cuesta abajo, escaleras arriba y escaleras abajo…
En el puerto nuevo podréis ver un montón de cruceros atracados.
En cuanto a las playas, una porquería. Hay playas privadas que pertenecen a los hoteles de lujo (se me hace raro pensar que una playa pertenece a un hotel), y la única playa pública que encontramos no tenía arena, sino piedras. Además estaba saturada… Nada agradable. Supongo que si vais a todo trapo con un hotelazo de lujo la experiencia será distinta.
Como datos prácticos, necesitáis pasaporte para viajar a Croacia, y la moneda es la Kuna.